E iba caminando bajo un intenso sol, y mientras más avanzaba en la búsqueda de aquel lugar al que anhelaba llegar, sentía que se me hacía más lejos encontrar mi destino. De un momento a otro todo se convirtió en un árido desierto, y mis signos vitales empezaban a mermar por el cansancio que me provocaba esa larga caminata bajo el astro enfurecido y aquel calor para nada piadoso. De repente me quedaba en el medio de la nada, cuando sin darme cuenta apareciste tú, dándome a beber agua para saciar esa sed que tanto me agobiaba, y alimentando mi ser en cada punto de mi alma. Aquel desierto se convertía entonces en el paraíso, y sin saberlo, eso que buscaba llegó a mí, sin esperarlo, cuando ya no podía más, y pensaba que todo había terminado. Y así empezó nuestro cuento, no como uno de hadas porque no todo es color de rosa, pero sí una memorable historia que ha de perdurar eternamente.
ChaGuiTo!!
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